En un sintético y preciso documento, el Instituto de los Derechos de la Infancia plantea la cuestión de la conservación de la lengua materna, no sólo como una forma de slavar el patrimonio cultural de las más de 200 etnias que podrían perderla, como lo informó Agencia Infancia Hoy, sino, como otra de las formas de desigualdad entre unos niños y otros.¿Qué se puede imaginar como más divergente: por un lado la vida de un niño educado e instruido en una misma lengua, de otro el de los niños que deben abordar una segunda lengua al comienzo de la escuela?Se encuentra allí una flagrante desigualdad de oportunidades. Uno de los objetivos de la Jornada internacional de la lengua materna es la de defender la causa del multilingüismo, así como, el de la educación multilingüe.La evolución y la interacción de lenguas tienen lugar a la vez en el tiempo y en el espacio. El tiempo, sinónimo de carrera a la modernidad, mata inexorablemente las lenguas indígenas que todavía se hablan en el planeta. En cuanto al espacio, pone en escena otra carreta, la llevada entre dos lenguas en contacto, para la preeminencia social: esto es típico de la situación de inmigración.Un reciente informe del Forum Permanente de la Naciones Unidas por las Cuestiones Autóctonas explica: “De las más de 7’000 lenguas que existen hoy, se estima que más de 4’000 se hablan por pequeños pueblos indígenas. Los especialistas de lenguas predicen que el 90 % de las lenguas del mundo van a desaparecer o estarán amenazadas de extinción de aquí al final de siglo.” Los sistemas educativos centrados en la lengua dominante explican en parte esta evolución. A pesar de la reacción de la comunidad internacional (a semejanza de la comunidad Europea que ha promulgado en 2003 la Carta de las lenguas regionales o minoritarias), la pérdida a medio plazo de este patrimonio cultural es muy preocupante. Un ejemplo interesante es el continente africano, donde diferentes estrategias están puestas en marcha para mantener la herencia lingüística local. Malí y Senegal sirven a sus alumnos de primaria una mezcla de apoyos escolares en lenguas del lugar ((Wolof, Pulaar, Serere, Diola, etc.) y en francés.En cuanto a los niños de las familias migrantes, hacen frente a la situación inversa: formando un grupo creciente de la población en ciertos países, la mayoría de ellos viven un dilema. Un dilema entre su lengua maternal y la lengua de su país de acogida. Sin embargo, este dilema es el fruto de representaciones sesgadas. Hace varias decenas ahora que las ventajas del bilingüismo han sido demostradas por la investigación sociolingüística y psicológica. Aunque es una buena noticia a difundir. En su investigación « Promoting immigrant minority languages », los buscadores Guus Extra y Kutlay Yagmur de la Universidad de Tilberg deploran que “mientras que en los países Europeos han hecho recientemente muchos esfuerzos para asegurar la supervivencia de las lenguas regionales, no han tomado disposiciones particulares respecto de la enseñanza y de la práctica de lenguas de inmigrantes.”Lo que es común a estas dos situaciones es la desigualdad de oportunidades frente a los resultados escolares. En efecto la investigación ha probado que los niños tienen mejores resultados cuando se les enseña en su propia lengua. Los niños pierden también muchas plumas en términos de vivido psicológico: la lengua maternal forma en efecto parte integrante de la identidad del niño. Excluir o ignorar esta lengua puede trabar el desarrollo de la estima de sí mismo y de la lealtad de sus orígenes.
Conservando en la memoria las ODM, la comunidad internacional no debería relajar sus esfuerzos en este sentido: al menos 476 millones de personas analfabetas del planeta hablan en lenguas minoritarias y viven en los países donde los niños reciben principalmente su instrucción en una lengua diferente a la lengua materna.
Fonte: Infancia Hoy