20/9/11

¿Sobren 5.800 llingües?


Magí Camps
Dice el profesor Jesús Tuson que cuando "los gruñones" quieren imponer una lengua, recurren a tres argumentos de peso: la suya es internacional –para ir por el mundo y entenderse, vaya–; es una lengua "de cultura" –como si la cultura fuera patrimonio de una lengua y no de la humanidad, expresada de mil maneras diversas–; y tiene muchos millones de hablantes –lenguas con más de cien millones hay nueve en el mundo: ¿tratamos de apañarnos sólo con estas?

A estos gruñones, siempre amparados por el rodillo del Estado, les molesta todo lo que no sea uniformizador y, en nombre de la comunicación y del pensamiento único, quieren aniquilar el universo social, cultural e histórico que albergan las lenguas no estatales, sean pobres o millonarias en hablantes. Son aquellos gruñones que, con el riñón lingüístico propio bien cubierto –a prueba de estados y de uniones europeas–, sueñan en "una religión, una ley, una lengua".

El profesor Tuson los llama gruñones porque, a pesar de tener la sartén por el mango, siempre quieren más, hasta el punto de que son capaces de cambiar los argumentos y presentarse como víctimas de los sistemas que las lenguas minorizadas establecen para poder sobrevivir en buena compañía con el todopoderoso hermano mayor. Ante pseudoargumentos como "estáis haciendo como en la dictadura, pero al revés", Tuson argumenta: "Sí: estamos haciendo exactamente al revés. Si antes se hacían esfuerzos por aniquilar la lengua, ahora los estamos haciendo para hacerla vivir, enderezarla, transmitirla en buenas condiciones (...) sin que haya que anular ninguna otra lengua".

Todo eso lo explica el profesor en su último libro: Quinze lliçons sobre el llenguatge (i algunes sortides de to) (Ara Llibres). Jubilado hace tres años, Jesús Tuson presenta una especie de memorias profesionales de cuarenta años de docencia. Ya tiene más libros en la cabeza: sobre los orígenes del lenguaje o el lenguaje políticamente correcto... Pero en este libro de transición se permite elucubrar sobre una humanidad sin lenguaje o sobre cómo sería el mundo con una sola lengua: unas "salidas de tono" de lectura apasionante.

La actual oleada de ataques a la inmersión lingüística encuentra reflexiones como esta: si hay dos centenares de estados y a cada estado le hubiera de corresponder una sola lengua, los lingüicidas estarían de enhorabuena: sobrarían 5.800 de las más de seis mil lenguas que hay en el mundo. Una nimiedad, equivalente a perder el 96,6% de la biodiversidad del planeta.

Fonte: La Vanguardia

4 comentarios:

  1. ye lo que pasa col asturianu, a los políticos asturianos sóbra-yos l'asturianu.

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  2. Tuson denuncia a los llingüicides que llamen a la griesca polo que llamen "la torre de babel" de les llingües y que también desprecien la llingua y cultura asturianes.

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  3. Me presto muncho esta entrada un articulu interesante y realista.

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  4. Si no da perres non ye interesante a nivel políticu... pero p'arramblar pal so bolsillu, claro.

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